jueves, 12 de noviembre de 2009

Sueños



Hola, amigos y amigas, y bienvenidos a la nave de los sueños. Hoy voy a hablaros, por si no lo habéis adivinado, de los sueños. Sí, amigos, los sueños. ¿Qué son los sueños? Putadas. Putadas en mayúsculas. ¿Por qué? Es claro, ¿no? Porque no hacen más que jodernos la vida. Un ejemplo es aquel que sueña en su coche ideal. Es caro, no puede permitírselo y sólo puede soñar con él. Eso es una putada, porque sabe que jamás tendrá ese coche y debe conformarse con soñar con él y cada vez que sueña con él lo desea un poco y más y al final acaba vendiendo a su mujer y sus hijos a una pareja de rusos de 2x2.
No, no estoy exagerando. Los sueños pueden arruinar vidas. Pueden jodernos la existencia. Porque los sueños son creados para comernos la cabeza, mostrándonos todo lo que no tenemos y deseamos tener: casa perfecta, cochazo, fama, dinero... Pero sabemos que nunca lo tendremos. Pero estos no son los sueños propiamente dichos. Estos son sueños que tenemos todos en nuestro día a día y que no necesitan de una almohada, una mantita y un puto vasito de leche (como odio esos putos vasitos hirviendo que me preparaba la yaya ¬¬). Los sueños de verdad son los que se tienen mientras se duerme. No sé cuántos sueños se tienen en las horas de sueño, pero creo saber que cada sueño dura cerca de diez minutos, diez segundos... me importa poco, sinceramente. Hay sueños y sueños. Los sueños que al levantarte y dices: "¿En qué he soñado?" y no vuelves a pensar en ello y esos PUTOS sueños que te carcomen todo el día, preguntándote "¿qué mierdas he soñado? No me acuerdo...". Esos son los peores. Y lo más jodido es que te acuerdas de ellos en el lugar menos apropiado: el baño, el metro, antes de irte a dormir de nuevo... En todos los lados menos en el que realmente necesitas: cuando tienes algo donde apuntarlo delante. Porque esos sueños necesitas apuntarlos. Porque sino se te amontonan en la cabeza y se te hace una pelota que desencadena una pesadilla. Las pesadillas son otro tema, ehh... Porque hay pesadillas y pesadillas. Las que te provoca, yo qué sé, por ejemplo; una fabada en mal estado. Esas pesadillas son raras. Abstractas, como si las hubiese pintado un elefante con la trompa. Esas pesadillas son mejor olvidarlas, porque no sirven para nada y no significan nada y lo peor es que si esa pesadilla es una mezcla de pesadilla cutre + sueño cansino (de los que no te acuerdas), se vuelve peor. Porque por mucho que no quieras, tu cabeza va a querer desentrañar el misterio de tu sueño y al final va a acabar lográndolo y te va a tocar las narices recordar e intentar averiguar lo que significaba.
Otra clase de pesadilla es la pesadilla de "después de ver la peli de miedo". Sí, esas noches de sábado en la que tus padres se van a dormir y tú, gallito, les dices: "Yo me quedo aquí a ver esta de los zombies que te comen el cerebro...". Ole tus cojones, porque tus padres, ignorando el terror de un cuarto a oscuras a la una de la mañana, apagan las luces, cierran las puertas de sus cuartos y la única luz que sale es la del televisor y normalmente es una luz triste, apagada. Y si a eso le añadimos los gritos de los protagonistas y el ruidito de la película... En esas ocasiones rezarías para escuchar a tus padres follar para saber que por lo menos hay alguien vivo ahí. Pero lo peor no es eso. Lo peor viene cuando termina la película. Lo has logrado, te vas a tu cuarto, te acuestas y tan feliz. Pero luego te despiertas. Te despiertas con ganas de ir al baño. ¿Y qué pasa entonces? ¡Ahh! Ahí hay dos posibilidades: la primera es que vas al baño acojonado, yendo de puntillas, pegado a la pared, y cuando meas apagas la luz y corres como alma que lleva el diablo a tu cuarto. Esa posibilidad es cuando recuerdas vagamente la película. Pero la segunda es cuando sueñas con la película y recuerdas las peores escenas... Cuando pasa eso yo he oído testimonios de niños que se mean en el cajón de los calcetines!
Pero ya, no pasa nada más. Las pesadillas son pasajeras, al igual que los sueños. Tenemos nuevos cada día y no pasa nada por olvidar antiguos. Nuestra cabeza es una CPU que almacena datos y los sueños son archivos prescindibles. Excepto los sueños húmedos. Eso es el porno de todo ordenador. ¿Quién no ha tenido alguna vez un sueño húmedo? ¿O a soñado con alguien que le gusta? ¿O a deseado acostarse con tal persona? Todos, no nos llamemos a engaños. Todos hemos tenido esa clase de sueño. Pero nuestra cabeza, tonta, nos los borra y lo único que nos deja es una pista que en los hombres es muy clara. No voy a decirla, porque si me lee algún hombre sabrá perfectamente a qué me refiero ;]

Pero bueno... no soy un estudioso de los sueños. No conozco mucho la empresa sueñíl y tampoco sé por qué cojones la madre naturaleza quiso colocarnos el chip del sueño en nuestras cabezas. No me interesa. Sólo me interesa lo que habéis aprendido hoy. Si es que habéis aprendido algo leyéndome. Por si alguien no lo ha hecho, lo que intentaba enseñaros es... nada. No intento enseñaros NADA, sólo dar a conocer mi locura :]


Buenas noches y dules sueños...

2 comentarios:

  1. JODER. No pude publicar el comentario anterior ¬¬

    Lo que digo, es que me has sacado una BUENA risa hoy. xD La verdad es que eso es cierto, todo es cierto. Yo he tenido sueños Deja vú, sueños donde me persiguen (Porque son sueños, aunque me haya despertado toda aflijida ¬¬ xD) y otros donde sinceramente no le encuentro sentido xD

    Muy interesante el tema *-*

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  2. Al contrario que vos yo creo que un sueño hace la vida. Vamos, que es la motivación por excelencia ¿No?
    Cuando el día es una mierda y no queres salir de casa, pero soñas con ser feliz y te obligas a levantarte de la cama. ¿Nunca te pasó?

    Los sueños de noche, son otra cosa bien dicha.
    Tuve sueños muy raros en toda mi existencia y jamás de los jamases anote alguno.
    La verdad que no les doy mucha bola, puedo hablar un rato de ellos, como de un programa de televisión.

    En fin... te quiero.

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